Una vez más no se ni como empezar, ni
si tengo algo que decir, y ni mucho menos si lo que voy a decir va a tener
algún sentido o importancia.
Hace
dos noches me desvelé, y después de leer algo muy interesante y profundo a mi
modo actual de entender, me sentí inspirado. El cerebro es un órgano tan
desconocido...; la mente suele estar tan mal educada que desquicia sus
delicadas estructuras.
La
cuestión es que al día siguiente, realizando mis actividades cotidianas, tuve
un instante de lucidez, o al menos eso creo yo. Observé cómo funcionan los
mecanismos de la mente, como, cuando ´somos conscientes´ de algo, ya tenemos de
frente un pensamiento que es una respuesta al estímulo primario. O sea, entendí
que ser consciente de algo no significa percibirlo inmediatamente, sino verlo
bajo el prisma del condicionamiento de cada uno. ¡Todo ello es tan diferente de
la causa inicial!
Observé con claridad que casi siempre vivo como si no estuviera
en contacto real con el mundo, que suelo vivir en un mundo propio construido
con los pensamientos. Así que la pregunta era inevitable, ¿percibo el mundo y
actúo en consecuencia, o lo pienso y reacciono? Yo me decanto por lo segundo en
la inmensa mayoría de las ocasiones.
Lo que me inquieta son algunas de las preguntas que surgen
de la primera opción. ¿Es posible percibir y actuar directamente sin la
intervención del pensamiento? ¿A qué me llevaría eso? ¿No me aislaría eso del
mundo? ¿Pensar me perjudica?
Sinceramente, estas preguntas sólo las puedo ´contestar´
desde el pensamiento especulativo, o sea, que si quiero saber sobre ello, tan
solo viviendo, viendo y actuando, es como podré comprobarlo.
Puede parecer un galimatías sin sentido, pero para mí lo
tiene, quizá porque no necesité palabras para entenderlo, y al buscarlas ahora,
no encuentro las apropiadas porque no las hay.